COMO EMPEORARLO TODO AUN MASEn EE.UU., existen las "fire lanes", zonas reservadas para los bomberos y servicios de emergencia. Si aparcas ahí, te arriesgas a que una grúa se lleve tu coche, y solo lo recuperarás tras pagar la multa y los gastos del remolque.
En Harrisburg, Pennsylvania, alguien decidió ignorar esta norma y dejó su coche en una de estas zonas. La grúa hizo su trabajo, pero el dueño del vehículo no se lo tomó bien y decidió enfrentarse al operario. Lo que empezó con una multa de unos 100-200 dólares acabó convirtiéndose en una escalada de violencia, con daños en su propio coche y una posible condena de 3 a 6 meses de cárcel por agresión.
Moraleja: si metes la pata, no la líes más. Y mucho menos pegues a alguien que solo está haciendo su trabajo. Explicarlo en la cárcel no será fácil. Y todo esto por ir a comer a un restaurante chino con un modesto 3,6 en Google... No valía la pena.
Por cierto, el tipo tuvo suerte de que el operario mantuviera la calma. Tras el forcejeo, se le ve echando mano a lo que parece un arma. En EE.UU., muchos trabajadores de grúas van armados debido a lo agresivos que pueden ponerse algunos clientes. Afortunadamente, la cosa no fue a más, porque podría haber acabado mucho peor.
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Money, momey, money.
LOS QUE PRESUMEN DE TOLERANTES SUELEN SER LOS MAS INTOLERANTESQuienes más presumen de ser abiertos y respetuosos suelen ser los más agresivos cuando alguien no piensa como ellos. No buscan debatir, sino imponer su visión, y cuando alguien discrepa, reaccionan con insultos, censura y descalificaciones.
Para ellos, la tolerancia solo aplica si estás de acuerdo con su postura. Viven en burbujas donde solo escuchan a quienes piensan igual, y cuando alguien cuestiona sus ideas, lo ven como una amenaza en lugar de un interlocutor. Su respuesta no es el diálogo, sino la agresión, porque en el fondo no quieren argumentar, sino dominar el discurso.
La verdadera tolerancia implica aceptar la diversidad de pensamiento sin violencia ni censura, pero muchos han convertido la suya en un dogma que no admite oposición. Irónicamente, los que más hablan de tolerancia suelen ser los primeros en atacar a quienes simplemente no piensan como ellos.
Un hombre trata de debatir con gente random en la calle sobre el aborto. La gente da su opinión hasta que una madre, con su hija pequeña, decide silenciar al disidente
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La cámara lenta del día.